Experiencias
de las Pruebas Nacionales
LAS EVALUACIONES SE REALIZAN EN EL PAÍS DESDE EL AÑO ESCOLAR
1991-1992
Annia Valdez
Las Pruebas Nacionales tienen como propósito general
certificar el logro de aprendizaje de los estudiantes al concluir un nivel
escolar. Al mismo tiempo, aportan información sobre el desempeño del sistema
educativo para tomar medidas que contribuyan a enfrentar y superar debilidades,
con el fin de mejorar la calidad de la educación.
Estas evaluaciones se ejecutan en República Dominicana desde
el año escolar 1991-1992. A partir de entonces, los resultados obtenidos de
estas han arrojado importantes conclusiones sobre el desempeño de los
estudiantes y la calidad del sistema educativo nacional.
En los inicios de su aplicación, una de las principales
debilidades era el elevado costo del proceso; además, no existía una estrategia
efectiva en el uso de los resultados obtenidos para el mejoramiento en el
desempeño del maestro y el aprendizaje de los alumnos. De hecho, en la
actualidad hay interrogantes al respecto.
Otra debilidad de los primeros años y de la que hoy en día
aún se experimentan denuncias aisladas, consiste en la compra y venta de
cuadernillos de pruebas, según destaca un informe del Ministerio de Educación.
Estos exámenes tienen como característica que es el método
más importante de valoración de la
educación dominicana; además, es uno de los pocos métodos de información que
funciona de manera sistémica. Sin embargo, no evalúa el desempeño de los
docentes.
Las Pruebas Nacionales, como sistema de evaluación de logros
y aprendizaje de los alumnos, se aplican a los estudiantes de octavo grado de
Educación Básica, tercer ciclo o Educación de Adultos y el último año de media
o cuarto del bachillerato; éstas abarcan áreas básicas como Lengua Española,
Matemática, Ciencias Sociales y Ciencias de la Naturaleza.
Su efectividad, en cambio, es cuestionada por expertos en
materia educativa, quienes entienden que las Pruebas Nacionales evalúan sólo el
conocimiento y destreza de los estudiantes al momento de someterse a las
mismas, sin considerar otros factores influyentes en el rendimiento de esos
día, por lo cual sus resultados no deberían ser determinantes para que un
estudiante sea promovido o no.
Historia
En su primera etapa, comprendida entre los años 1991 y 1994,
las evaluaciones se ejecutaban con fondos aportados mediante préstamos, a
través del Banco Mundial. Durante esa época se desarrolló un sistema de
información de resultados que tomaba en cuenta al propio estudiante, la sección
de clases y la escuela.
La fase inicial de este sistema evaluativo tuvo cierta
oposición, pero, a pesar de eso, las pruebas nacionales se convirtieron en un
importante elemento para las autoridades educativas unificar criterios en base
a la necesidad de mejorar la calidad del programa de enseñanza, la gestión de
los maestros y, sobre todo, provocó una mayor atención e involucramiento, por
parte de las familias, en el desempeño de los estudiantes.
En los primeros años de aplicación de los exámenes,
organismos internacionales como el Banco Mundial, promovieron y apoyaron
económicamente la implementación de las Pruebas Nacionales en el país como
forma de evaluar la inversión en materia educativa. A su vez, el Plan Decenal
de Educación 1992-2002 se planteó la necesidad de establecer un sistema de
control de calidad de la educación como fin principal del conjunto de reformas
educativas propuestas.
En la actualidad, este sistema de evaluación de los
estudiantes es financiado exclusivamente por el presupuesto nacional asignado
al Ministerio de Educación, aunque los resultados de las Pruebas Nacionales son
utilizados por distintas organizaciones internacionales como un indicador de la
calidad del sistema educativo nacional, entre esas instituciones podemos citar
al Banco Interamericano de Desarrollo, UNESCO, UNICEF, Banco Mundial y el
Programa de Promoción de la Reforma Educativa en América Latina (PREAL).
Evaluación internacional
En la década de surgimiento del sistema de Pruebas
Nacionales se establecieron e implementaron programas de evaluación similares
en la mayoría de los países latinoamericanos, como una forma de atender la
calidad y el aseguramiento del aprendizaje de los estudiantes; los sistemas de
evaluación contribuyen a ese propósito.” Asegura Ancell Scheker, directora
general de Evaluación del Ministerio de Educación.
Convocatoria de este año
Este año 2012 se impartirán las Pruebas Nacionales desde el
19 al 22 de junio, cuya convocatoria se extiende al Nivel Básico, esto es al
octavo grado y al tercer ciclo de adultos; y la semana del 26 al 29 de junio
serán las del Nivel Medio o cuarto de Secundaria, tanto en modalidad general
como la técnico profesional.
Para esta oportunidad se espera que alrededor de unos 303
mil 716 estudiantes de los tres niveles mencionados participen en la
convocatoria de Pruebas Nacionales de las próximas semanas.
MILLONES 496 MIL 263 EVALUADOS EN 12 AÑOS
Según datos suministrados por el Ministerio de Educación,
desde el año dos mil hasta la fecha, han sido evaluados mediante este sistema 3
millones 496 mil 263 estudiantes de los cuales fueron aprobados 3 millones 128
mil 705, para un porcentaje alumnos promovidos
de un 89.49 y un 10.51 por ciento de reprobados en 11 años.
Haciendo una comparación de la participación estudiantil en
las Pruebas Nacionales a Nivel Básico y de Media o Secundaria, por convocatoria
y por aprobación de las evaluaciones, entre los que asistieron en el año 2000 y
los participantes en el 2011, se destaca
una clara diferencia en la cantidad de promovidos en los integrantes de ambos
niveles.
Por ejemplo, en el octavo grado o Nivel Básico del año 2000,
fueron evaluados 105 mil 987 alumnos, logrando aprobar 102 mil 657, para un
total de 96.86 por ciento los promovidos. Mientras que de los estudiantes del
Nivel Medio que asistieron en el mismo año 2000, sólo 65 mil 609, o sea el 81
por ciento de los que tomaron las pruebas en Secundaria pasó sus exámenes, de
un total de 80 mil 747 alumnos presentes en esa convocatoria.
Similares resultados hallamos en las estadísticas de 2011,
donde en el mismo Nivel Básico fueron examinados 147 mil 878, de los cuales
aprobaron 143 mil 871, para un porcentaje de 97.29 alumnos que el año pasado
lograron ser promovidos.
Mientras, si vemos el Nivel Medio, podemos verificar que,
tal como ocurrió en el año 2000, de los
128 mil estudiantes de secundaria que
fueron evaluados, 114 mil 860 pasaron las pruebas en esa convocatoria,
alcanzando un porcentaje de 83.41 por ciento los promovidos el año pasado en
cuarto de bachillerato.
Estas cifras estadísticas de estudiantes evaluados y
promovidos en las Pruebas Nacionales durante más de una década, las cuales
están disponibles en la página web del Ministerio de Educación, revelan una
constante y curiosa diferencia entre los alumnos de octavo grado y los de
cuarto de secundaria; los primeros participan y aprueban en una mayor cantidad
que los segundos.
Es importante señalar que esas diferencias varían en los
estudiantes de Secundaria, del Nivel Técnico profesional, donde el porcentaje
de promovidos es mayor que el de los alumnos del bachillerato en modalidad
general.
En medio de diversos cuestionamientos por parte de diferentes
sectores, en torno a la inversión y calidad de la educación en el país, y la
efectividad del sistema de evaluación de la Pruebas Nacionales, es un hecho que
éstas han logrado interesar y movilizar a las autoridades gubernamentales, a los docentes, a estudiantes y a las
familias en general a preocuparse en tratar de obtener un mejor desempeño en
los evaluados.
Otro cuestionamiento que puede ser mencionado en relación a
este sistema de evaluación, está vinculado a la calidad de la información que
generan y el uso que se le da a los resultados de la pruebas, tanto por parte
de los estudiantes, como de los propios docentes, así como de otros actores del
sistema educativo.
Según datos de la Dirección General de Evaluación y Control
de la Calidad de la Educación, entidad del Ministerio de Educación a cargo de
las Pruebas Nacionales, los resultados de las evaluaciones han motivado una
mayor supervisión docente, lo cual podría ser un insumo importante para la
revisión curricular, como parte de los cambios que debe experimentar el sistema
educativo nacional.
Fuente: ListinDiario.
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