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viernes, 7 de diciembre de 2012



20 cosas que los estudiantes quieren que la sociedad conozca acerca de la educación (1ª parte)  Por Óscar Macías Álvarez

1.- Tengo que pensar de forma crítica en el centro, pero las evaluaciones y tests no van encaminadas en esa dirección.
Decimos que enseñamos a ser personas autónomas, críticas, con pensamiento propio pero no es cierto, eso no es lo que se enseña en la escuela. Les enseñamos a escuchar y a afirmar lo que el docente repite una y otra vez, año tras año, sea lo que sea eso (que no es educar) y después les evaluamos sobre eso.
2.- Aprendemos de diferentes maneras  y a diferentes velocidades.
Lo sabemos, lo sabemos desde hace mucho tiempo y sin embargo mantenemos un sistema educativo que prioriza la edad como punto fundamental e inalterable. Pero además mantenemos un tipo de agrupamiento a la hora de enseñar que obliga a todos a escuchar, repetir y hacer lo mismo y al mismo tiempo. El centro es el profesor y su ritmo, y debería ser el alumnado y su propio ritmo de aprendizaje. Es necesario contar con otros criterios de agrupamientos.
 
3.- No puedo aprender de ti si no estás interesando en conectar conmigo.
El alumnado ya no solo es consumidor sino productor y emisor de información y conector de muy diferentes relaciones interpersonales y ese elemento que empieza a ser una de sus características más evidentes está siendo relegada cuando no desechada por el profesorado. Tenemos que conectar con ellos!
 
4.- Enseñar a través del libro no es enseñar, es simplemente hablar.
Volvemos a hablar del gran problema que significa el libro de texto escolar tal y como está planteado desde el inicio de los tiempos? Es más que evidente que el acceso a la información no puede recaer en la repetición de los textos que aparecen en los libros que año tras año se obliga a las familias a adquirir. No sólo es una forma de acceso anacrónica sino que imposibilita otro tipo de dinámicas. Sería factible cierto tipo de libros de esto, pero mucho más dinámicos, más flexibles, más audiovisuales y más concretos que persigan otro objetivo que no sea el libro de referencia para todo un curso.
5.- Preocuparse por cada alumno es más importante que dar clase.
 
No puede ser más cierto. Una de las cosas que más repite el alumnado es que el profesorado “pasa de ellos”. No se preocupan por ellos ni dan la impresión de querer hacerlo. ¿Qué creen? ¿Que el alumnado no se percata de eso? ¿Es difícil? claro… todos los sabemos, yo el primero. Pero difícil no es imposible.
6.- Todas las personas jóvenes tienen un sueño. Nuestro trabajo es ayudarles a estar más cerca de ese sueño.
 
¿Por qué obligamos a todas las personas a pasar por los mismos circuitos? ¿Por qué determinamos cual es el único camino bueno y cual no?
¿Por qué clasificar al alumnado para delimitar lo que van a hacer, cuando la educación debe ser integral y no dirigida al mundo económico y laboral? ¿Por qué nos empeñamos en inventar “itinerarios”? Es evidente que el futuro es impredecible y que las personas son más felices haciendo lo que les gusta, y hacer lo que le gusta a uno puede ser el día de mañana su forma de vivir. Ayudémosle a buscar ese “elemento” del que nos habla Ken Robinson.
 
7.- Necesitan algo más que docentes.
Necesitan entrenadores de la vida. Necesitan que nosotros les ayudemos a formarse como personas en un sentido holístico. No todo es conocimiento cognitivo. La inteligencia emocional, la capacidad creativa, tantas otras cosas que no se aprenden en los libros…
8.- La sociedad debería involucrarse mucho más en las escuelas.
 
Sólo nos acordamos de la educación cuando trabajamos en ella o cuando tenemos hijos, no puede ser. La educación es uno de los valores más importantes de una sociedad y esta sociedad tiene aparcada a la educación, la relega al poder de la administración, al vaivén de las diferentes leyes y a la lucha de poderes de diferentes partidos. Es mucho más que eso. Son las madres y padres de cada niña y niño, cada persona preocupada por mejorar su formación como profesional, cada persona que quiere trabajar con el mejor grupo humano,…
 
9.- Incluso si no quieres ser profesor, puedes ofrecer a los estudiantes un aprendizaje.
 
Supongo que a estas alturas muchos de nosotros tenemos claro que no sólo los docentes somos capaces de intentar insuflar conocimiento a través de nuestra labor. Cuanta gente hay por ahí que es capaz de hacer mucho más y mejor la difícil tarea de enseñar, en el más amplio entizo de la palabra, y fuera de los pupitres. Hay mucha más escuela que aquella que está entre las paredes.
 
Continuara.
 
 
Fuente: OEI.

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