La televisión, un medio didáctico
*Julio Guerrero Díaz.
El
medio televisión se ha convertido para la sociedad en algo indispensable; es
como la necesidad de comer, beber, bañarse… Ya no se mira como un simple
objeto; se ha convertido en un miembro más de la familia: reúne a sus miembros
y los hace que en algún momento del día se relacionen entorno a lo que están
viendo o bien que compartan la vivencia del día. Se ha convertido en
acompañante de las personas, y es desde esta perspectiva que podemos sacarle
más provecho y convertirla en un medio didáctico.
Diferentes
estudios audio-métricos han demostrado que la cantidad de tiempo que se le
dedica a la televisión en todos los sectores sociales, edades, sexos y nivel
cultural, refleja sin duda que los medios, y en especial la televisión, son el
reflejo de los nuevos lenguajes, basados particularmente en sus soportes
audiovisuales.
En
ese sentido, es necesario que la audiencia vaya descifrando de una manera más
correcta estos discursos para que sepan conocer, interpretar, comprender sus
mensajes y disfrutar y aprender con ellos y de ellos. De esa manera convertimos
a la televisión en un medio didáctico que nos abre nuevas maneras de
aprendizajes.
El
medio televisivo ofrece múltiples opciones educativas, como un medio auxiliar
pedagógico en las distintas asignaturas, complementando y dando soporte a los
contenidos y estrategias curriculares; por tal razón hay que ir formando buenos
espectadores capaces no solo de entender cada discurso televisivo, sino
dialogar con ellos desde los hogares y especialmente desde las aulas. Esto
exige superar la clásica y absurda rivalidad que padres y maestros han visto en
la televisión, considerándola enemiga de la educación de sus hijos.
Otro
punto interesante acerca de los aprovechamientos que se le puede dar al medio
televisivo lo plantea Ferré (1994): “la televisión y las nuevas tecnologías de
información y comunicación se han convertido en el fenómeno cultural más
impresionante de la historia de la humanidad; es en lo que menos se prepara al
ciudadano… la escuela se preocupa más por el saber que por perpetuar la
cultura; por eso queda desfasada cuando se ha de adaptar a una sociedad en
cambio, cuando ha de educar para una cultura renovada”.
Para
ir aprovechando la pedagogía desde los medios y la televisión en especial, las
reformas al sistema educativo con nuevos currículos flexibles y abiertos
permiten poner en marcha el uso de la televisión como una vertiente didáctica
integradora. Hay que ir buscando una intersección entre lo educativo formal y
lo no formal, con el fin de ir acercándose a la formación de las diferentes
capacidades que necesitan los educandos llámense estudiantes o ciudadanía.
Afortunadamente
la escuela ha mirado hacia la poderosa pantalla televisiva como un recurso que
puede fortalecer los procesos de aprendizaje con el fin de utilizar la imagen
audiovisual para potenciar sus capacidades críticas y reflexivas; conocer el
funcionamiento del medio, así como para enseñar a utilizar este nuevo lenguaje
de comunicación que hoy es el más dominante, atractivo y ágil; el que tiene más
poder de posicionamiento en la mente de las personas.
Se
dice que, de lo que uno lee, el 30% lo retiene y que al cabo de unos cinco años
apenas se puede recordar de lo leído un 10%; en cambio del lenguaje visual se
nos graba el 70% de lo mirado, y al cabo de esos mismos años la graficación
mental todavía guarda en su memoria un 50% de lo visto. He ahí la importancia
del discurso visual como complemento pedagógico y didáctico. En todo caso
tenemos que ver hoy al lenguaje audiovisual como otra forma de mediación
pedagógica.
Para
ir incorporando el acompañamiento de la televisión y su lenguaje comunicacional
en los procesos educativos, lo primero que hay que hacer es desmitificar los
juicios de valor que le dan a la televisión. Hay que desatanizarla. No es el
demonio. Hoy es la que nos acompaña, la que nos entretiene, nos informa, nos
orienta, nos educa; es por eso que tiene un sitio privilegiado en nuestros
hogares. Por último, la necesitamos para dormirnos. La programamos con tiempo y
nos ayuda a conciliar el sueño. Es un somnífero.
*
Consultor y catedrático universitario
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