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martes, 25 de agosto de 2015

Profe ¿Por qué no puedo sacar el móvil en clases?


Sin duda se trata de un tema muy controvertido.

Les invitamos a dar su opinión. Estamos seguros que del debate saldrán muy buenas ideas.

Lic. Pablo Sibaja Mojica. Puntarenas, Costa Rica. IBERCIENCIA. Comunidad de Educadores para la Cultura Científica.

Las metas educativas hacia el 2021 proponen la incorporación del uso de la tecnología en busca del mejoramiento de la calidad de la educación y el currículo escolar; por lo que se vuelve necesario la innovación dentro del currículo en el uso de herramientas y metodologías, cotidianas y llamativas, para las poblaciones de estudiantes actuales.

En una reunión de docentes debatíamos el nuevo reglamento para la institución educativa en la cual trabajo. Exigir el uso del uniforme, prohibir manifestaciones de violencia, entre otras cosas que se aprobábamos con facilidad los presentes, hasta llegar al uso de los teléfonos móviles celulares dentro de la clase; lo cual, calentó el debate y nos invitó a todos los profesionales presentes a un foro de mayor discusión en el tema, principalmente cuando esta herramienta tecnológica se había vuelto útil, incluso para para las personas presentes en sus lecciones.

Si les prohibimos el uso de los móviles no podré entonces en mi clase decirles que pueden sacarlos para usar la calculadora; mencionó la profesora de Matemáticas. En mi clase, lo usan cuando necesitan traducir una palabra que no conocen; indicó la “teacher”. Yo acabo de asignarles un trabajo en el que deben fotografiarse a ellos y a la comunidad educativa utilizando frases en contra o a favor de las noticias actuales del país y subirlas a sus “facebooks” para fomentar el diálogo de estos temas con sus redes virtuales de amigos; dijo la docente de Educación Cívica. Y en mis clases a veces le toman fotos a los mapas que vemos en geografía, agregó la profesora de Estudios Sociales. Algunas veces yo les permito revisar “wikis” sobre conceptos de biología o los elementos de la tabla periódica por medio del Internet que tienen en el celular; añadió el docente de biología. En fin, eran tantas las opciones en las cuales habían incursionado los profesionales, haciendo del uso de los teléfonos móviles durante sus clases, con una buena aceptación por parte de la población estudiantil, que parecía, fuesen una herramienta didáctica útil dentro del aula.

Por otra parte es sabido que los móviles, constituyen un distractor importante de manera individual y grupal dentro de los salones de clases, por la cantidad de aplicaciones y usos en red de interacción e inmediatez, que pueden facilitar al estudiantado; pero se estaba comprobando que al ser utilizados bajo indicaciones de las personas profesionales docentes y en usos constructivos para el aprendizaje, podían ser de gran ayuda; lo cual, al negar por completo sus usos dentro de las aulas, cortaban las posibilidades innovadoras de los docentes en la implementación de una herramienta tecnológica como pueden ser los teléfonos celulares, dentro del currículo y la visión del estudiantado de usar los móviles como una herramienta educativa que además consideran como su mejor amigo.

Precisamente algo así se nos invita a reflexionar en las metas educativas hacia el 2021, dentro de las cuales se incluye en su meta general quinta, mejorar la calidad de la educación y el currículo escolar, ofreciendo un plan de estudios que incorpore el uso de la “computadora” en la escuela por los alumnos para tareas de aprendizaje; lo cual se vuelve más interesante si analizáramos el hecho que los teléfonos móviles son en la actualidad, pequeños computadores portátiles con casi las mismas cualidades y posibilidades que algunos computadores nos ofrecen; o más y mejores en algunos casos de computadores que vemos en los centros educativos ya obsoletos. Algunos padres y madres de familia o encargados, prefieren dotar a sus hijos de tecnologías móviles de última generación, que de libros; lo cual no puede llegar a ser tan malo si se les enseñara a tener una cultura de lectores e-books, aunque sabemos que un libro virtual no reemplaza uno físico, debemos enseñar tanto docentes como encargados, que la tecnología debe ser un aliado para la educación y no el enemigo al que se debe hacer frente.

Algunos padres que han carecido de bienes materiales durante su infancia y de tanta tecnología que los hace sentir “analfabetos de las TIC”, me han confesado en entrevista profesional que prefieren dotar a sus hijos de toda la tecnología que pidan para compensar las carencias que ellas y ellos tuvieron, aunque en ocasiones no entiendan lo que les compran a sus hijas e hijos, cómo o para qué se utiliza. Además, algunos padres y encargados, vuelven los teléfonos móviles, aparatos tecnológicos de rastreo inmediato y comunicación ante posibles accidentes, emergencias y desastres naturales que temen puedan suceder a sus hijos mientras están en la escuela o el colegio; por tanto, el celular se ha vuelto para algunos padres de familia, un útil más dentro de la mochila de sus hijos que deben llevar a los salones de clases. Situaciones de esta índole impiden la prohibición del uso de móviles dentro de las instituciones educativas y deben promover la apreciación docente de dichos aparatos, como herramientas para el uso didáctico de mayor acceso, interés y alcance en la población estudiantil con la que trabajan.

Cuando algún estudiante me pregunta ¿Por qué no puedo sacar el móvil en clase? Pienso en un mundo de posibilidades que le pueden ser coaccionadas por una mala apreciación de una herramienta que es vista como distractor. Enseñemos a las nuevas poblaciones a que aprendan a sacar el móvil en las aulas para usos didácticos útiles y de aprovechamiento pedagógico, a que sean sus mejores amigos, con planeamientos actualizados que incluyan estrategias de investigación y actualización en línea, diversión, inclusión, entre otras posibilidades que los docentes con vocación podemos vislumbrar.

Al terminar la discusión entre los profesionales presentes nos dimos cuenta que no se debía prohibir o sancionar el uso de los teléfonos celulares móviles dentro del aula. Esas pequeñas computadoras que acompañan a nuestros estudiantes a diario como sus mejores amigos y podría constituir la mejor herramienta de estudio y trabajo, si les enseñamos desde los salones de clases a volverse aliados de sus móviles y nos sus juguetes para travesuras.





Colaboración de Diego San Juan, miembro de la RID.

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