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martes, 21 de agosto de 2012

TEMA EDUCATIVO.



El uso del PowerPoint en el salón de clase (Parte
1) (Opinión)



21 de agosto de 2012 - Actualidad, Opinión - Dra. Hilda E. Quintana y Dra. Matilde García-Arroyo
“Sabemos que además de utilizar los equipos que están a su disposición en sus respectivas instituciones educativas, muchos cargan diariamente una computadora portátil (laptop) o su tableta electrónica”
Nuestros asiduos lectores saben que nosotras somos fieles defensoras del uso de la tecnología en la sala de clase. Por tal razón, nos agrada saber que son muchos los docentes que han incorporado una gran variedad de equipo electrónico en sus salones de clase. Sabemos que además de utilizar los equipos que están a su disposición en sus respectivas instituciones educativas, muchos cargan diariamente una computadora portátil (laptop) o su tableta electrónica. Sin embargo, la incorporación de la tecnología nos ha llevado a tener una preocupación que surge de muchos comentarios que escuchamos a menudo por parte del estudiantado. Estos expresan que hay profesores que presentan el material del día en PowerPoint y lo único que hacen durante el transcurso de la clase es leer lo que tienen en la presentación. Además, añaden que la clase es bien aburrida, pues siempre transcurre de la misma manera. Indican que les es muy fácil percatarse cuando el/la profesor/a no tiene dominio del material, pues no le agrada que se le haga preguntas sobre el mismo. Tampoco pueden ampliar los puntos que aparecen en cada transparencia. Igualmente ocurre en algunos talleres, en los que nos damos cuenta de que alguien le hizo la presentación y el conferenciante o tallerista solo puede leer lo que otra persona escribió porque no domina el tema.
Por eso hoy nos parece sumamente importante recomendarles dos artículos: “How PowerPoint is killing education?” de Marc Isseks en Educational Leadership, febrero 2011 y Reflexiones sobre la cultura multimodal: el caso del PowerPoint de Elena Aparicio Terrasa y Josep M. Castella Lidon en el libro Para ser letrados: Voces y miradas sobre la lectura compilado por Daniel Cassany, Editorial Paidós, 2009. Según Isseks, hoy día lo que debería preocuparnos no es si utilizamos tecnología, sino más bien cómo la utilizamos. Y es que nadie duda lo mucho que PowerPoint nos ha facilitado la vida. Más aun cuando ahora nos es más fácil incorporar valiosa información proveniente de Internet. Sin lugar a dudas, atrás quedaron los días en los que cuando íbamos a preparar un material para alguna clase, luego de hacer la investigación y decidir cuál era lo que se iba a presentar, lo pasábamos a maquinilla en un papel para el “ditto” o en el estarcido. ¿Los recuerdan? Nos imaginamos que algunos no sabrán a qué nos referimos. Atrás quedaron también las carpetas gigantescas con materiales, pues ahora esas presentaciones en PowerPoint se pueden almacenar en las minúsculas memorias o “pen drives”. Como si esto fuera poco nos ofrece la oportunidad de crear una presentación multimodal, pues es un programa que integra texto, sonido, imagen y animación. También hasta ha sustituido a las diapositivas, los pósters y las tradicionales transparencias y pizarras.
Sin embargo, añade Isseks que el problema no es ni el poder (“Power”) ni el punto (“point”) sino la presentación, pues el expositor es quien lo hace todo mientras que la audiencia recibe y procesa (esperamos) la información presentada. Además, las pocas preguntas que, por lo general, se formulan solo atañen a la presentación. De esta forma se quedan fuera los planteamientos que quizás se hubiesen presentado sobre el tema en otro tipo de exposición.
Por otra parte, en el articulo Reflexiones sobre la cultura multimodal se nos señala que existe una polémica en cuanto al uso de PowerPoint y que Edward Tudte es su más famoso detractor. Tudte expone lo siguiente: El uso del PowerPoint obliga a expresar las ideas de un modo demasiado esquemático, lo que elimina matices y reduce la complejidad; fomenta el uso decorativo y vacío de los colores, la animación o los sonidos, etc., hasta el punto de llegar a dificultar la comprensión; es una herramienta más útil para el orador, que se siente más seguro durante la exposición, al tener una guía de los contenidos, que para los lectores/oyentes; representa de forma muy pobre algunos recursos como tablas y gráficos debido a su baja resolución e impone un orden de lectura lineal y jerárquico entre las ideas, lo cual impide que sea el propio receptor el que establezca su itinerario y conecte los contenidos según sus intereses (citado en Aparicio Terrasa y Castella Lidon, p.219-220).
Sin lugar a dudas, estos dos artículos nos invitan a la reflexión sobre el uso de PowerPoint y nos alertan sobre el impacto negativo que puede tener en nuestros estudiantes. Los invitamos a leer nuestra próxima columna en la que continuaremos discutiendo este tema.
 
Dra. Hilda E. Quintana
 Dra. Matilde García-Arroyo
 escritura.lectura@gmail.com

Nota:
 Los invitamos a un conversatorio con nosotras con motivo de la publicación de la recopilación de columnas publicadas en El Vocero de 2005 a 2010 (Desde la cátedra: Reflexiones sobre la educación, la lectura y la escritura), el 30 de agosto de 2012 a las 6:00pm en La Palabra en Plaza en el tercer nivel de Plaza Las Américas.


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