Un estado del difícil arte de ser cada vez más humanos.
Este cuaderno ofrece una reseña sobre el estado actual de la discusión en torno a los niños y sus derechos. En esta oportunidad, Silvina Alegre propone abordar la reflexión sobre los derechos del niño desde dos ejes centrales: el sistema jurídico y la política social.
La estrecha vinculación que existe entre ambas esferas permite a la autora reflexionar sobre la institucionalidad democrática, la construcción de ciudadanía y la progresión hacia el Estado social, la forma de pensar y hacer la política social desde la cultura de los derechos humanos, específicamente los principios de responsabilidad, participación, acceso a la información, control de los actos de gobierno y exigibilidad.
Durante este recorrido, la autora concluye que uno de los logros primordiales del reconocimiento de los derechos humanos de los niños es el destierro de una legalidad casuística y discrecional, y la introducción en su lugar de una legalidad universal, abstracta y procedimental. Es necesario avanzar en la transformación de estas ideas en disposiciones propias de una subjetividad comprometida e involucrada que permita la institucionalización –en todas las formas conocidas y por descubrir– de regulaciones sociales que favorezcan la comprensión de que los niños no son adultos en tránsito sino sujetos con entidad propia, y que el proceso de reconocimiento de la ciudadanía plena de los niños permitirá que los adultos se redefinan a sí mismos en un sentido democrático.
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