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domingo, 15 de junio de 2014

EDUCACIÓN:





Visión global y educación

Por: Petrella, Iván*


¿Cuáles son los secretos de los países con los mejores sistemas educativos del mundo? Para eso hay que analizar la evolución y las prácticas de las naciones líderes y desde allí desarrollar ideas y propuestas.

A pesar de que esos sistemas educativos tienen historias distintas y rasgos particulares, hay una serie de lecciones que se derivan de ellos y pueden servirnos para mejorar nuestro sistema educativo. Finlandia, por ejemplo, es hoy casi un destino turístico para dirigentes que desean conocer las recetas de su éxito, pero no siempre fue así: en 1970 sólo 14% de los finlandeses en edad de hacerlo había completado la escuela secundaria.

El benchmarking es una práctica que se originó en empresas líderes y que consiste en estudiar a los mejores del rubro para aprender y medirse con ellos. También se utiliza como método de análisis para construir y evaluar los sistemas educativos. En Japón, durante el gobierno de la Restauración Meiji, se decidió que la única manera de alcanzar a Occidente era investigar sus prácticas educativas y adaptarlas. Las naciones más exitosas en materia educativa están permanentemente analizando las metas que otras se imponen, las políticas que implementan, las estructuras institucionales que adoptan y cómo se evalúan. Para ser los mejores, antes hay que aprender de aquellos que han hecho las cosas muy bien.

Vemos que un dato que se repite en los casos más exitosos es que el trabajo de maestro seduce a las personas más inteligentes, preparadas y motivadas del país. El ingreso a la carrera no sólo es extremadamente competitivo, sino que además el programa se desarrolla dentro del marco académico y disciplinario de las mejores universidades y basan sus esfuerzos educativos contemplando una globalización e integración laboral creciente.

Hoy se compite con personas del mismo nivel de formación pero que se encuentran en otras partes del mundo. Surge entonces una complicación: ¿por qué debería una empresa pagar más por un empleado según el lugar en que se encuentre? Y si su capacidad es similar, ¿por qué no emplear al trabajador del país de bajos ingresos? Esta presión salarial hacia la baja es un problema que sufren trabajadores capacitados y no tan capacitados. El resultado es que serán recompensados quienes posean una mayor capacidad de innovación y creatividad en su formación.

Por eso el empeño en crear un sistema educativo que posibilite a todos sus jóvenes a competir internacionalmente, brindándoles las herramientas para que tengan sueños de grandeza.

Nuestro país no puede recorrer el camino del aislamiento. Los argentinos viven en el mismo mundo y competirán por los mismos trabajos y, a veces, hasta por los mismos sueños que los del resto del planeta. Hay que aprender de estos países ya que nuestros chicos también necesitan, y se merecen, la mejor educación del mundo. No olvidemos que el destino de un país surge de la capacidad de soñar de su gente.


* El autor es legislador porteño del Pro, miembro de la Comisión de Educación de la Legislatura. Profesor universitario y director académico de Fundación Pensar.

 

Cortesías: Revista Criterio
                Nº 2404 » Junio 2014

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