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miércoles, 19 de julio de 2017



La educación obsoleta y
las nuevas  tecnologías.

MANUEL FRAGOSO ÁLVAREZ
             
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Hace algunos ayeres, le tocó hacer guardia en el sindicato a un tío mío, yo lo acompañé y para no aburrirme me puse a hurgar entre los libros de la pequeña biblioteca, encontré un librito cuyo título me agradó era: La formación de los cuadros que, según leí, lo escribió un tal Vladimir Ilich Lenin. No les voy a decir que lo leí, yo apenas estaba en primero de secundaria y la verdad mis lecturas no daban para tanto. Pero sí me puse a leer alguno que otro párrafo (les digo que estaba aburrido) y en él hablaba de algunos puntos importantes para "el partido” y para la "clase obrera” y decía algo así como: "un cuadro es un organizador colectivo. Ayuda a tomar conciencia de su misión histórica. Su deber es preparar los agentes políticos dirigentes, organizadores y líderes”. Es decir, seleccionar a las mejores personas necesarias y controlar la ejecución práctica.

Tiempo después volví a escuchar esta frase y la pronunció un secretario de educación "hay que ir formando nuestros cuadros en educación para fortalecerla y mejorarla . Formar a nuestros docentes, a las autoridades educativas y por supuesto a los directivos. Supongo que esto era con la finalidad de mejorar la educación.

El término cadre o cuadro (o en plural, cadres) generalmente se aplica a un pequeño núcleo de personas comprometidas y con experiencia, capaces de formar a los nuevos miembros y asumir el liderazgo del grupo. Trabajan para un objetivo en común, se plantean metas a corto, mediano y largo plazo con la finalidad de alcanzar los fines deseados. Y esto viene a colación porque escuché a nuestro flamante secretario de Educación decir que en veinte años todas las escuelas tendrán —desde primaria— el inglés como idioma obligatorio. Lo que no toma en cuenta este señor, es que las nuevas tecnologías han ido rebasando a nuestro sistema educativo y, por ejemplo, para dentro de diez años (no en veinte) se prevé que no habrá necesidad de aprender idiomas ya que una aplicación será capaz de entenderlos todos y hablarlos de igual forma —ya la hay en Apple. 

Es casi un hecho que decenas de oficios quedarán obsoletos en los próximos diez años, con toda una gama de aplicaciones "inteligentes”: coches que se manejan solos, refrigeradores que se surten a sí mismos, casas que se climatizan y apagan y encienden sus luces, alarmas para los enfermos, relojes que  monitorean tu cuerpo y manda las señales con tu médico y un sinfín de "gadgets” más.

Hoy es necesario que las estructuras escolares estén adecuadas para responder a las exigencias de una revolución técnica y científica, con una metodología flexible para adaptarse al rápido crecimiento y evolución de las nuevas tecnologías, lo anterior exige "la colaboración constante entre maestros y hombres de ciencia” en la preparación de mejores dispositivos pedagógicos que permitirán a nuestros estudiantes prepararse mejor. 

¿Se imaginan a los estudiantes en un salón de clases con gafas de tercera dimensión? O a esos directores de cine que han ganado Óscares participando en la elaboración de películas didácticas en las que se expliquen temas escolares, o a niños mexicanos interactuando con niños de otros países, trabajando en equipos, elaborando proyectos comunes y desarrollando ideas que se puedan llevar a la práctica. Hay muchas cuestiones por hacer y los profesores deben involucrarse más en el proceso, salir del aula metafórica y físicamente, enamorar de nueva cuenta a sus estudiantes en el estudio y el aprendizaje, porque sólo así nuestro país podrá salir adelante y remontar esos últimos lugares otorgados por la OCDE.
La secretaría de Educación sigue sin formar buenos cuadros, sus mismos profesores, egresados de las escuelas normales tanto de preescolar como de primaria y secundaria, han sido rudamente tratados por quienes deberían protegerlos, les han puesto leyendas a sus expedientes de "no apto” para seguir impartiendo clases en lugar de buscar la forma adecuada de capacitarlos, sus líderes sindicales no han hecho más que enriquecerse a sus expensas sin defenderlos. No ponen en los puestos importantes a las personas mejor preparadas, pero sí a sus "compadres” y a sus "amiguitos” y  "amiguitas”. Directores de escuelas que son acusados de deshonestos y de rateros son cambiados de lugar y los envían a ocupar mejores puestos, evidenciando las fallas de un sistema obsoleto y corrupto.

No es posible pensar que nuestra educación mejorará —por arte de magia— en veinte años, si en la actualidad no estamos haciendo nada para que esto ocurra, los salones de clase siguen siendo los mismo que hace cien años, no basta con ponerles computadoras, o que les regalen tabletas y que tengan WiFi e internet en las escuelas, debe cambiar la forma de enseñar y de aprender. ¿Qué le puede enseñar un profesor a un chavo de primaria o secundaria que no pueda encontrar él con su teléfono "inteligente” en Google? Todos los conocimientos están ahí, pero muchos de ellos están incompletos o son incorrectos y por lo tanto falsos, hay que enseñarles a ser mejores  personas, a que piensen por ellos mismos, a que razonen sus actos, a que cuestionen, inquieran, duden, a que se comprometan con el medio ambiente, con sus semejantes y que sean ciudadanos responsables, un animal político al puro término aristotélico.

La tecnología nos rebasa, debemos adecuar nuestra educación a estos cambios y esto es para ya.


Consulta: El Diario.


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