El
uso de la tecnología en el aula para personalizar la enseñanza.
Las
tecnologías adaptadas favorecen una enseñanza personalizada. Este es el
objetivo del Proyecto de Educación Básica Interactiva (EBI), una alternativa
pionera en nuestro país, que atiende las necesidades específicas de cada
estudiante.
Supone
un cambio al sistema de enseñanza, ya que el alumno se vuelve mucho más
autónomo y el profesor establece con él una relación basada en el seguimiento y
la resolución de dudas. Se aparcan las clases magistrales en favor de un
aprendizaje personalizado a las necesidades de cada estudiante. En este
artículo de Eroski Consumer se explica cómo conseguirlo.
Enseñanza adaptada al
nivel y capacidad de cada alumno
El
uso de tecnología en el aula permite introducir cambios en el modo de enseñanza
y aprendizaje. El aprovechamiento de estos recursos favorece la adquisición de
unas habilidades muy útiles para los alumnos en el futuro, pero sobre todo, se
atienden las necesidades específicas de cada uno.
Cada
alumno realiza unas tareas a través de una plataforma on line y resuelve sus
dudas con el profesor de manera individual Se realiza un diagnóstico previo
(metas, capacidad de trabajo, actitud ante la lectura y el trabajo y situación
familiar) y, a partir de los resultados, se desarrolla un plan de estudios
personalizado, junto con un seguimiento y evaluación individuales.
Este
plan lo definen los distintos departamentos docentes y está compuesto por
ejercicios ajustados al nivel y capacidad de cada estudiante.
Desde
quinto de Primaria, los alumnos cuentan con libros de texto, cuadernos y su
propio ordenador portátil (netbook). A través de este dispositivo electrónico,
desde el aula, se conectan a una plataforma on line y acceden a las tareas
previstas en el citado plan.
Esta
tecnología les permite estudiar tanto de manera individual como en grupo, de
forma que el alumno "avance por sí mismo" y aprenda a trabajar en
equipo.
Una
vez por semana, o según determine el centro, los estudiantes se reúnen con los
profesores de cada asignatura y resuelven las dudas que les hayan surgido. La
evaluación es continua y de acuerdo al ritmo de cada alumno.
El
plan de trabajo es individual y personalizado. Los niños disponen de un trabajo
adaptado y se les hace un seguimiento individual. Este cambio en el método de
enseñanza implica que las clases magistrales, en las que el profesor imparte la
misma materia a todos, se sustituyan por una dinámica en la que cada alumno
sigue su plan.
¿Cuál es el papel del
profesor en este nuevo modo de enseñanza?
El
rol de los docentes ha evolucionado en los últimos años. No solo han tenido y
tienen que ponerse al día en el uso de las tecnologías en el aula, sino que sus
tareas también han cambiado.
El
profesor actúa como facilitador que anima a los estudiantes a descubrir
principios por sí mismos Mediante este método de enseñanza, el profesor
interactúa de manera directa con el alumno para atender sus dudas, la formación
se individualiza y, de este modo, se favorece la inclusión. Es posible que
estudiantes de diferentes capacidades compartan una misma clase, ya que los
cambios afectan al plan de estudios individual del alumno, pero no al general
del aula.
Los
profesores se centran en la tarea de seguimiento de los estudiantes y les
ayudan a cumplir el plan de trabajo adaptado a ellos. Sobre todo, resuelven
dudas, puesto que a los niños se les facilitan las soluciones de los
ejercicios, por lo que conocen si realizan bien los ejercicios o no.
Los
alumnos adquieren mayor autonomía, mientras que los profesores realizan unas
funciones más dinámicas con cada uno de ellos.
"El
profesor actúa como facilitador que anima a los estudiantes a descubrir
principios por sí mismos y a construir el conocimiento trabajando en la
resolución de problemas reales o simulaciones, solos o en colaboración con
otros compañeros", explican los responsables del Proyecto de Educación
Básica Interactiva (EBI) donde se enmarca este método de enseñanza.
Los
docentes guían el proceso de aprendizaje y evalúan el rendimiento de los
alumnos a medida que avanzan, pero son estos quienes "construyen el
conocimiento".
Proyecto de Educación
Básica Interactiva (EBI)
El
Proyecto de Educación Básica Interactiva (EBI) es una iniciativa pionera que,
hasta ahora, se desarrolla en el Colegio Santa María la Blanca, en el barrio de
Montecarmelo de Madrid.
Las
líneas de trabajo que definen el proyecto son cuatro, explica el centro:
"Una metodología que permite la personalización real de la enseñanza, un
cambio en los roles de los docentes, una nueva concepción de los espacios
educativos y la incorporación de la actividad extraescolar como parte del
desarrollo y metas del estudiante".
Se
pretende que el alumno adquiera un papel más activo en su propia formación El
principal reto recae en los profesores, ya que los jóvenes están más
acostumbrados al uso de dispositivos tecnológicos.
Por
este motivo, se ha pensado en una plataforma on line de fácil manejo para
todos, ya que los docentes pueden añadir el contenido que estimen oportuno para
que los estudiantes lo realicen. Incluso se prevé que los padres puedan acceder
a la plataforma y seguir así el trabajo de los hijos.
Se
plantea un apartado específico para padres e hijos, desde donde acceder al plan
de estudios, gráficos de rendimiento, comunicación directa con los profesores,
observaciones y comentarios de estos, calificaciones, citas y encuentros con
los docentes o entornos de trabajo colaborativo, como blogs o foros.
Así
se pretende que, aunque el alumno adquiera un papel más activo en su formación,
se garantice el seguimiento adecuado para culminar la formación con éxito e
implicar a padres y profesores en el proceso de aprendizaje.
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